Primera movilidad Erasmus+. Emotions Mapping. Turquía.
La semana del 21 al 26 de noviembre tuvo lugar el esperado primer viaje para nuestro alumnado participante en emotions Mapping. En esta primera reunión internacional han participado nuestros alumnos: Javier Sánchez Izquierdo, Andrea Ruiz Delgado, Álvaro Benítez Escribano, Lucía Rondón Valadez, y Adrián Rosado Rueda, acompañados por el profesor Rafael David Baena Carmona, en la que tuvieron la oportunidad de conocer y compartir experiencias con alumnado llegado de otros países invitados como Portugal, Italia, Rumanía, Lituania y por supuesto, el país anfitrión Turquía.
Antalya ha sido la ciudad elegida para este primer encuentro, más concretamente en la localidad de Side, situada en el distrito de Manavgat al sur de Turquía. El viaje de 8 horas hasta nuestro destino marca solo el comienzo de una experiencia que nos sitúa 3 horas en la hora internacional por delante de nuestras familias y amigos a quienes dejamos atrás.
Han realizado diferentes talleres junto con el alumnado de los otros países dentro del epígrafe, “Are we real or Virtual?«, en los que han trabajado multitud de contenidos relacionados con nuestro proyecto.
Tras jornadas de duro trabajo con creativas dinámicas en Inglés para conocerse, salimos hacia el centro de Side, que acabó siendo un lugar muy familiar para nuestro alumnado donde confraternizar con los chicos y chicas de los demás países. Hacen el camino entre ruinas de la antigüedad mezclados con el asfalto y la tierra mojada por la lluvia y en las que observaron las mezclas de las culturas que han pasado por allí a lo largo de la historia.
La lluvia no arruinó, si quiera, parte de la vivencia de conocer más a fondo la gran ciudad de Antalya (2.500.000 habitantes) donde disfrutamos de un paseo entre los barcos anclados al puerto, comimos simit e incluso algún alumno fue víctima del juego del heladero. La suerte nos acompañó cuando los momentos de lluvia se producían solo en el autobús. La magia: Agora, la ciudad romana en Manavgat arrasada por el fuego en 2019 y que encontraríamos entre cenizas y agujeros con el persistente olor a quemado aún años después.
Entre presentaciones, trabajos, desayunos y almuerzos, nuestro alumnado ha recorrido un camino que comenzó en dirección a Antalya y que ha concluido en el interior de cada uno, con el descubrimiento de algo que ellos no sabían que llevaban consigo.