La vida de Ana Orantes: del silencio al grito que sacudió a toda España.

Imagen extraída de elDiario
Tras un portón de madera oscura, en la calle Elvira (Granada), Ana Orantes Ruiz rompió a llorar en los brazos de Rosario, su madre. Era un 6 de febrero de 1937 y en esa casa en la que nació, Ana se hizo adulta junto a sus padres, hermanos y hermanas. Sus últimos años de vida los pasó en el municipio granadino de Cúllar Vega, donde fue asesinada a manos de su exmarido, José Parejo, tan solo unos días después de relatar en la televisión pública andaluza su historia de violencia machista, en 1997.
Ana Orantes, conocida como una figura que marcó un cambio en la historia de España con respecto a la violencia de género. Nació el 6 de febrero de 1937 en un hogar humilde en la calle Elvira de Granada. Fue la tercera de seis hijos de Manuel Orantes, albañil, y Rosario Ruiz, quien trabajaba como modista y dependienta en una tienda de golosinas. Debido a las dificultades económicas de su familia, Ana no tuvo acceso a la educación formal y, desde los nueve años, comenzó a contribuir al sustento familiar trabajando como costurera.
A los 19 años, Ana Orantes conoció a José Parejo Avivar, nacido el 28 de septiembre de 1935 en el protectorado español de Marruecos, durante una celebración del Corpus en Granada. Parejo buscaba casarse rápidamente para independizarse de sus padres. Para lograrlo, la presionó con amenazas de difundir rumores si se negaba. A pesar de la oposición de sus padres, Ana se casó con José, tras solo tres meses de noviazgo, a finales de 1956. Vivieron los primeros tres años con los padres de él, y tuvieron once hijos, de los cuales tres fallecieron.
Ana Orantes vivió cuatro décadas de abusos a manos de su marido alcohólico y agresivo. Sufría maltratos físicos y verbales constantes, como golpes, patadas y estrangulamientos. Sus ocho hijos también padecieron el abuso y la violencia en el hogar, y algunos intentaron suicidarse para escapar de la situación. A pesar de múltiples intentos de denunciar y separarse, Ana no consiguió librarse nunca de aquel calvario.
El marido de Ana, José Parejo, la aislaba socialmente, mudándose a lugares poco habitados y prohibiéndole continuar sus estudios o asistir a eventos familiares. Los celos infundados de Parejo eran otra motivación para los abusos. En una ocasión, atacó a Ana en plena calle por haber bailado con un primo suyo. Durante los primeros años de casados, Ana no denunciaba su calvario debido a las convenciones sociales de la época y la falta de respaldo por parte de la legislación vigente.
Finalmente, Ana logró la disolución nupcial en 1996, pero el fallo judicial la obligó a seguir habitando con José Parejo en la misma casa, dividida en dos unidades independientes. A pesar de las denuncias y las intervenciones judiciales, la violencia y el acoso continuaron hasta su asesinato en 1997 tras su intervención televisiva en un programa de Canal Sur.
La trágica historia de Ana Orantes puso de manifiesto la necesidad de cambios en las leyes y la protección de las víctimas de violencia doméstica en España. Su asesinato generó un gran impacto en la sociedad de la época y marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en España.
Información sacada de https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Orantes