«No queremos más, pero tampoco queremos menos»

Un año: 1907

Una mujer: Clara Zetkin

Una ciudad: Stuttgart

Una conferencia: I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas

Un próposito: conseguir por primera vez el derecho al voto femenino, a ocupar cargos públicos, a la enseñanza, al trabajo y a fin de la discriminación laboral.

Éste fue el primer hecho fundacional en el que, abiertamente, un grupo de mujeres piden igualdad de derechos. Derechos de los cuales habían sido privadas anteriormente por el simple hecho de haber nacido mujeres y que los hombres poseían en exclusividad y tenían atribuidos automáticamente al nacer «hombres».

Sin embargo, no se puede atribuir completamente el origen de la celebración del 8 de Marzo a este acontecimiento. Desde el año 1853, grupos de mujeres comienzan a manifestarse en contra de las desigualdades para conseguir mayoritariamente mejoras laborales. Manchester, Nueva York, Barcelona, Zaragoza, Valencia o Madrid son algunas de las ciudades en las que estas mujeres se ponen en huelga. Recortes en el horario laboral, mejoras salariales o el fin del trabajo infantil son derechos por lo que lucharon todas estas mujeres.

La primera vez que se conmemora el Día Internacional de la Mujer (anteriormente llamado Día de la Mujer Trabajadora) fue en 1911, pero hasta 1914 se venía celebrando el último domingo del mes de febrero. La elección del 8 de marzo como fecha definitiva en la que celebrar este día, proviene de Rusia y de la sublevación de las mujeres contra la guerra. El 8 de marzo de 1917, un grupo de mujeres se amotinaron ante la falta de alimentos durante el régimen zarista.

Por lo tanto, este día es el momento en el que decir GRACIAS. Gracias a todas aquellas mujeres que tuvieron la valentía de sublevarse para pedir derechos justos, que arriesgaron por mejorar unas condiciones laborales precarias, que LUCHARON por una igualdad inexistente.